martes, 6 de noviembre de 2018

LA HONESTIDAD


LA HONESTIDAD


La honestidad es una cualidad humana que consiste en actuar de acuerdo como se piensa y se siente. Se refiere a la cualidad con la cual se designa a aquella persona que se muestra, tanto en su obrar como en su manera de pensar, como justa, recta e íntegra. Quien obra con honradez se caracterizará por la rectitud de ánimo, integridad con la cual procede en todo en lo que actúa, respetando por sobre todas las cosas las normas que se consideran como correctas y adecuadas en la comunidad en la cual vive. En su sentido más evidente, la honestidad puede entenderse como el simple respeto a la verdad en relación con el mundo exterior, los hechos y las personas; en otros sentidos la honestidad también implica la relación entre el sujeto y los demás.  La honestidad se realiza por el cumplimiento de las obligaciones que se encuentran presentes en todas las actividades de la vida humana.


La honestidad es un valor de gran relevancia para alcanzar el verdadero sentido de la vida humana, porque con ella inspiramos y ganamos la confianza de los demás. La honestidad es la conciencia clara de lo que está bien y consiste en actuar apropiadamente según nuestro propio papel, sin contradicciones ni discrepancias entre los pensamientos y las acciones. La honestidad es un valor humanó, una actitud de confianza en uno mismo y en aquellos que están en contactos con las personas honestas. Hace que la persona actúe con base en la verdad y en la justicia, dando a cada quien lo que le corresponde, incluido uno mismo.


 La persona honesta aspira a observar la conducta más elevados, es leal a los principios benevolentes y universales de la vida y sus decisiones se basan en discernir claramente entre lo que es correcto y lo que es erróneo. Se rige por normas que dan guía y valor para comprender el respeto a las relaciones humanas.  Una persona honesta aprecia la interconexión del mundo natural y no malgasta, abusa ni desperdicia las riquezas de los recursos destinados al bienestar de la humanidad. Una persona honesta nunca decepciona la confianza depositada en ella. Usa los recursos de manera adecuada para las necesidades básicas humanas, morales y espirituales, y no da por supuesto el derecho a disponer de los propios recursos.

LA VIDA EL PRIMER VALOR HUMANO


LA VIDA EL PRIMER VALOR HUMANO

 La vida el primer valor humano, uno de los principios universales presente en la conciencia de la humanidad, representando el valor central en torno al cual se desarrolla la conciencia moral de los hombres de todos los tiempos. Todas las relaciones humanas, exigencias y obligaciones dependen de este principio fundamental representando en consecuencia un bien social, un bien de la comunidad, su dignidad no solo está ligada a sus orígenes sino también a su fin, es el fundamento de la dignidad de la persona. Nos corresponde, por tanto, defenderla y protegerla contra cualquier acción que la pueda amenazar ò debilitar siendo la defensa de la vida huma.


Tenemos un valor incalculable; no somos el resultado de la evolución, de un accidente cósmico o una forma de vida biológica elevada que por casualidad adquirió conciencia. Fuimos creados como seres racionales, con moralidad, voluntad y discernimiento, únicos sobre la tierra con cuerpo, alma y espíritu, capaces de obrar para bien. Somos obra de un creador que con sabiduría e inteligencia nos hizo con un propósito, que no consiste en acumular posesiones o riqueza, sino en que tengamos como prioridad el cuidado y desarrollo integral de todo ser humano desde el momento de su concepción, utilizando para ello todos los recursos disponibles.


La racionalidad y moralidad nos da la capacidad de obrar para el bien, no solo para sí mismo, sino también para los demás.  Los grandes desafíos que tenemos en nuestro país, como la desnutrición infantil, carencia de atención en salud primaria y preventiva, el hambre y la miseria, el analfabetismo, la violencia que produce muerte y dolor a millares de familias o la desintegración familiar, exigen de cada uno de nosotros una respuesta concreta, comenzando con los gobernantes, puesto que han sido puestos en autoridad para servir, para buscar el bien común, no el beneficio propio. La vida de cada persona no es solo un valor ético, las personas son seres sociables y necesitan vivir su vida rodeados de una sociedad que los defienda y los proteja y es que la vida es auto trascendencia siendo ésta precisamente su manera de realizarse.

LA GASTRONOMÍA HONDUREÑA

LA GASTRONOMÍA HONDUREÑA

La gastronomía hondureña es muy variada, ya que contiene elementos indígenas precolombinos, españoles, criollos y, en alguna medida, africanos, como es típico en toda la costa atlántica centroamericana. La cocina tradicional hondureña está dominada fuertemente por los mariscos y por el maíz que es un cultivo actoctono que forma parte de la base alimentaria de los pueblos pre-hispánicos de Mesoamérica que habitaron la región. La comida típica de honduras está basada en carnes, aves y pescado tortillas, frijoles, arroz, productos lácteos como quesos y mantequillas de la zona, verduras o legumbres y frutas. El café como bebida aromática no falta en todo el territorio nacional para acompañar el desayuno, la cena o cualquier hora del día.

 La gastronomía de Honduras tiene sus raíces en la cocina precolombina, en donde se empleaban distintas especies de plantas, animales y peces, a su vez eran empleados como remedios naturales o medicamentos. Algunas de las especies vegetales como los frijoles, anonas, ayote, calabaza, tomate, papa, pataste, camote, vainilla, canela, caca guate, entre otras. También algunas frutas como la pina, el aguacate, la papaya, y la guayaba, las cuales eran recolectados en los bosques lluviosos. Los platos preparados con estos alimentos han sido muy bien elaborados, entre ellos podemos mencionar las tortillas hechas con maíz, burritos hechos con frijoles cocinados envueltos en una tortilla, palomitas de maíz, tamales, chili y bebidas como el chocolate, el pinol y el atole.

 Luego de la conquista española hubo una fusión de culturas en donde en la actual Honduras se comenzó a conocer la gastronomía europea y a su vez Europa incluyo en su dieta frutas y vegetales de origen americano, entre ellos se destacan el aguacate, la papa, la piña y el tabaco. En la costa septentrional de Honduras existe la comida garífuna, la misquita y la criolla. En lugar de tortillas de maíz, se comen plátanos verdes o maduros cocidos, también machuca plátano verde machucado con coco y muchos otros ingredientes y casabe de yuca. Durante la era de las bananeras, estas compañías estadounidenses introdujeron costumbres nuevas en la alimentación en la zona. Así, se produjo el reemplazo de la harina de maíz por harina de trigo en la mayoría de las preparaciones locales. Uno de los resultados imprevistos ha sido el surgimiento de la comida más típica y preferida de la costa norte de Honduras, las baleadas.

LA DISCIPLINA


LA DISCIPLINA 

 disciplina es la capacidad de actuar ordenada y perseverantemente para conseguir un bien. Exige un orden y unos lineamientos para lograr más rápidamente los objetivos deseados, soportando las molestias que esto ocasiona. La principal necesidad para adquirir este valor es la Autoexigencia; es decir, la capacidad de pedirnos a nosotros mismos un esfuerzo "extra" para ir haciendo las cosas de la mejor manera. El que exigir a sí mismo se hace comprensivo con los demás y aprende a Trabajar y a darle sentido a todo lo que hace. La disciplina es indispensable para que optemos con persistencia por el mejor de los caminos; es decir, por el que nos va dictando una conciencia bien formada que sabe reconocer los deberes propios y se pone en marcha para actuar. Este valor es fundamental y básico para poder desarrollar muchas otras virtudes, sin la disciplina es prácticamente imposible tener fortaleza y templanza ante las adversidades que se presentan día a día.

Siempre debemos estar conscientes de lo que queremos lograr y proponernos alcanzarlo. Ser eficaz es la capacidad de producir resultados; no solamente se debe dar en las áreas en que producimos cosas, sino también debemos dar resultados como alumnos, padres, hijos, hermanos y como ciudadanos. Todo esto se ve reflejado cuando entregamos una tarea o cuando alguien espera algo más de nosotros; es decir, un determinado resultado. Lo que tenemos que dar es ese resultado y no podemos quedarnos en el esfuerzo ni en las buenas intenciones. Eso, es ser eficaz. La disciplina es el valor de la armonía, porque todo guarda su lugar y su proporción. Los seres humanos debemos tender a nuestra propia armonía de ser, pensando, y actuando siempre en relación a un buen fin.

Para conquistar este valor hay que empezar por aprovechar nuestra necesidad de orden en las casas y para ello hay que tenerle un lugar a cada cosa y mantenérselo por medio de la disciplina, poner siempre allí esas cosas. También hay que practicar el orden en el hablar, en el vestir y en nuestras pertenencias. Una persona puede carecer de disciplina cuando se encuentra bajo una cierta forma de libertinaje; tomemos en cuenta que la libertad de uno acaba cuando comienza la del otro y es por eso que tanto el educador y el educado se merecen respeto y por eso es que hay a veces indisciplina porque a veces el educador sofoca la libertad del educando o hay casos en que el educando abusa de su libertad ocasionando una violación a la libertad del educador.